miércoles, 5 de diciembre de 2012

Monitoreo y Evaluación Participativos


El Monitoreo y Evaluación  Participativos MEP, incluyen los métodos de monitoreo que desarrollan alianzas entre múltiples interesados para un monitoreo eficiente, efectivo y socialmente inclusivo.

Abbot y Guijt (1998) advierten sobre los diversos métodos para el MEP. Algunos utilizan técnicas de evaluación rural participativa,  otros usan testimonio oral para develar el cambio ambiental y social; y otros adaptan métodos de evaluación para hacerlos más accesibles a la población local.

Los métodos de monitoreo e indicadores usualmente cubren las necesidades de muchos grupos de interesados, pero este no siempre es el caso. Esto resalta la necesidad de negociación entre los interesados para alcanzar consensos sobre los objetivos, métodos, indicadores y usuarios finales de los procesos de monitoreo. Lograr tal acuerdo incrementará las posibilidades de que el sistema funcione y apoye a todo el proceso de la estrategia.

El método QUIM de la GTZ para el ‘Monitoreo de Impacto Cualitativo’, de las Ponencias de Estrategia de Reducción de la Pobreza (ERPP), combina un análisis técnico sobre programas y políticas relacionadas a la pobreza, con evaluaciones de los beneficiarios, a través de la Evaluación Rural Participativa, que revela la opinión de la población local.


Generalmente el nivel local es mejor para obtener, por ejemplo, indicadores de equidad. Las asambleas comunales tradicionales han sido usadas para expresar ideas, discutir problemas, monitorear cambios y llegar a las decisiones que afectan a la población local, y han sido un importante mecanismo para el monitoreo y la rendición de cuentas a nivel local. 

Estas asambleas pueden jugar un papel influyente en el monitoreo, la gobernanza y la toma de decisiones a nivel local. Pero, usualmente, estos sistemas tradicionales no suelen usar mecanismos para rendir cuentas. En ese sentido, algunos problemas de rendición de cuentas pueden ser superados a través del establecimiento de estructuras democráticas locales (que son asuntos de mediano y largo plazo).

Desarrollo de Indicadores comunitarios
 
MacGillivray y Zadek (1995) sugieren que debe haber tres procesos para el desarrollo de indicadores comunitarios:

1.   Personas ajenas a la comunidad con experiencia en indicadores pueden hacer primero una lista de posibles indicadores que podrían ser usados por una comunidad.
2.   La comunidad debe discutir la utilidad de los indicadores. La comunidad debe desarrollar su propia lista de indicadores de calidad de vida. Estos usualmente proporcionan conocimientos útiles sobre las dinámicas, los conflictos y soluciones.
3.   Un proceso conjunto de selección de indicadores debe ser realizado tanto por la comunidad como por personas ajenas a la comunidad. Los indicadores comunitarios deben ser seleccionados a través de su recolección por las comunidades (entonces el tema debe ser uno en el cual éstas sean partes interesadas) y, al mismo tiempo, deben ser altamente compatibles con los asuntos de monitoreo y evaluación del más alto nivel.

De esta manera, es necesario encontrar puntos comunes entre los estadistas y la comunidad, y una posible compensación entre estándares profesionales y lo factible o realista desde el punto de vista de la comunidad. Si las comunidades son involucradas en los indicadores de monitoreo, tiene que haber motivación, así como mecanismos de retroalimentación dentro de un sistema de información local, a fin de que el proceso de medición de indicadores no sea puramente extractivo. Este debe contribuir a la comprensión y empoderamiento local, y no simplemente apuntar a satisfacer necesidades externas.

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Liliana