El área de monitoreo y evaluación cada día toma mayor importancia, no solo en los países desarrollados, sino más aún en los países en ascenso, entre ellos varios de latinoamérica. A pesar del interés en el tema, son pocos los programas académicos que se ofrecen para formar profesionales idóneos en la materia en la región, y muchos profesionales trabajan en el campo, aunque sin disponer de todas las competencias requeridas. El hecho de no contar con programas de certificación aumentan el problema.
En este contexto, un equipo de consultores de la USAID del Perú, mediante un trabajo documental y de campo, identificaron algunas de las principales competencias que debe cumplir un profesional responsable del monitoreo, la evaluación y la gestión de evidencia de un proyecto o programa de desarrollo. Dicho informe fue publicado en la Revista de la Universidad Mayor de San Marcos, y está disponible para acceso libre on-line.
Una vez realizado el estudio, se delimitaron las competencias específicas en cada uno de los campos, y a la vez las competencias personales-sociales requeridas. La definición de conocimientos necesarios (saber), habilidades (saber hacer) y actitudes (saber ser), además del proceso de autodiagnóstico aplicado a los entrevistados, permitió identificar la necesidad de fortalecer las capacidades principalmente en el tema de diseño y aplicación de evaluaciones y la gestión y uso de las evidencias.
Sin duda, el estudio es un importante aporte para el creciente gremio de evaluadores de la región, las universidades y centros de formación, y las diferentes empresas y organizaciones que demandan este perfil profesional.
Puede descargar el informe completo en formato PDF en el siguiente enlace:
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Liliana