Este manual, elaborado por Judi Audel y auspiciado por
Catholic Relief Services, explica los
métodos para involucrar a los participantes del programa en los procesos de
evaluación. Una de las principales ventajas de un proceso de evaluación
participativa es el fortalecimiento de los actores involucrados, de los canales
y los sistemas de comunicación. Por otra parte, tanto la calidad de la
información recopilada, su validación y posterior uso e institucionalización,
tienen mayor reconocimiento y aceptación cuando la evaluación es el resultado
de un proceso participativo, donde se integraron a diversos actores en todos
los niveles.
La metodología de evaluación participativa ha sido
ampliamente utilizada, principalmente por agencias de cooperación internacional
y diversas ONG, con muy buenos alcances para evaluar principalmente aspectos de
procesos y productos de los programas. Su metodología con un énfasis en aspectos
cualitativos, no brinda soporte de evidencia para evaluar resultados e impactos
de intervenciones. No obstante, es una herramienta útil para mejorar las
habilidades en el monitoreo y la evaluación de pequeños proyectos o programas
de desarrollo.
La guía presenta una metodología de VII fases, cada
una con diferentes actividades, para un total de 20 pasos organizados. El
manual está basado principalmente, en experiencias de programas de salud; pero constituyen
una gran ayuda pedagógica para los equipos de otros sectores sociales, que estén
interesados en desarrollar evaluaciones participativas, con involucramiento de
las comunidades.
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Liliana